Las innovaciones están impulsando un cambio transformador en el agro y su implementación significa un cambio favorable para el sector. Un punteo de qué se debe hacer para una adaptación equilibrada.

En la actualidad, la seguridad alimentaria se convirtió en un tema prioritario a nivel mundial. Como una de las respuestas, la tecnología desempeña un papel de suma importancia para garantizar una producción agrícola eficiente, sostenible y resiliente.
Pero el acceso desigual a innovaciones como la agricultura de precisión, drones, sensores inteligentes y biotecnología es un gran obstáculo para la transformación que se precisa, tanto para la alimentación como para adaptarse a la Agenda 2030, respecto al cuidado del medio ambiente.
Democratizar estas tecnologías implica el aumento dela productividad, si no que también ayudaría a reducir la brecha de desigualdad en el sector agropecuario, y minimizar los efectos del cambio climático.
“Cada nuevo paso reafirma que la agricultura sustentable no es solo una tendencia, sino una necesidad para el futuro”, indica Joaquín Basanta, fundador y presidente de Agro Sustentable, la empresa argentina que fabrica tanto bioinsumos para impulsar una agricultura sostenible.
La democratización de las tecnologías agrícolas, un camino por recorrer
Las innovaciones tecnológicas dieron un giro en lo que respecta a la agricultura en las últimas décadas, permitiendo optimizar el uso de recursos y mejorar la producción. Además, se es cada vez más necesario adaptar la industria a prácticas que se alineen con las medidas globales para mitigar el impacto ambiental.
Pero para los agricultores esta transición no suele ser fácil, debido a la falta de acceso. Sobre todo en países en desarrollo, hay desafíos que atravesar para lograr una incorporación tecnológica. Desde altos costos, falta de infraestructura, falta de educación digital hasta poco acceso a financiamiento y desconocimiento de las oportunidades, son algunos de los factores que imposibilitan esta adaptación.
Con este panorama, para superar estas barreras se necesita un enfoque integral que involucre a gobiernos, empresas tecnológicas, instituciones financieras y organizaciones del sector agropecuario.

Por lo tanto, se trazan diversas estrategias que con aplicarlas se podrían derribar ciertas barreras. La creación de modelos de financiamiento accesibles, desarrollo de tecnologías de bajo costo y código abierto, fortalecimiento de la conectividad rural. capacitación y transferencia de conocimiento e incentivos y políticas gubernamentales, son algunas de las herramientas factibles de aplicar.
Los gobiernos pueden fomentar la adopción de tecnologías sostenibles mediante subsidios, desgravaciones fiscales y normativas que incentiven la investigación y el desarrollo de soluciones para el agro.
En este sentido, democratizar el acceso a tecnologías agrícolas avanzadas es un factor clave para garantizar una producción sostenible y equitativa. Con modelos de financiamiento accesibles, mayor conectividad, capacitación y el apoyo de políticas gubernamentales, es se procura achicar la brecha tecnológica y permitir que todos los agricultores,que así lo requiera, puedan beneficiarse de la revolución agrícola digital.
La inclusión tecnológica, en un escenario actual, en el que la seguridad alimenticia y mitigar el impacto climáticos son dos ejes cruciales en la industria agrícola, en un futuro próximo, no será una opción, sino una necesidad urgente.