Science For Change alienta la participación ciudadana en el proyecto CERBERUS, una iniciativa europea que busca predecir plagas agrícolas y disminuir el uso de pesticidas en cultivos mediterráneos con herramientas innovadoras, eficientes y sostenibles.

El proyecto CERBERUS, reunió a socios/as, personas expertas, agricultores y ciudadanía con un objetivo común de utilizar la tecnología agro y avanzar en la detección temprana de plagas agrícolas para reducir el uso de pesticidas en cultivos mediterráneos.
De esta forma, junto a la tecnología avanzada y ciencia ciudadana se comenzaron a abordar retos de la agricultura mediterránea relacionados a la gestión sostenible de plagas.
Science For Change, como líder en la coordinación y ejecución de actividades de ciencia ciudadana, tuvo un papel destacado, promoviendo la participación activa de agricultores, estudiantes y expertos en sostenibilidad.
El evento contó con jornadas que combinaron reuniones técnicas, talleres prácticos y demostraciones de campo.
El último día estuvo destinado a la ciencia ciudadana. Durante la sesión, los participantes recibieron formación en identificación de plagas, protocolos de monitoreo y uso de la plataforma CERBERUS. Asimismo, realizaron prácticas de campo en la Finca El Campillo, donde experimentaron de primera mano las tecnologías desarrolladas, como robots de monitoreo y trampas automatizadas.
Este proyecto resultó ser muy innovador debido a que la implicación de la ciudadanía en la monitorización de plagas agrícolas y la triangulación de los datos con tecnologías punteras, es un terreno aún no muy explorado y con mucho potencial.
En ese sentido, la iniciativa es una buena posibilidad para que los ciudadanos se involucren en el manejo sostenible de plagas y a la vez puedan intervenir en la aplicación y el uso de nuevas tecnologías, logrando un beneficio colectivo.
En el evento se dieron a conocer las tecnologías que podrían contribuir a la transformación del sector agrícola. Estas están integradas por robots diseñados para monitorizar cultivos mediante proximal sensing, sistemas de detección de estrés biótico mediante imágenes de satélite y trampas inteligentes que identifican y cuantifican individuos de manera automática. Dichas herramientas trabajan en conjunto con las aportaciones de los científicos ciudadanos, generando un sistema integral diseñado para anticipar y mitigar los impactos de las plagas.
La primera etapa de captación de científicos ciudadanos tuvo buenos resultados, porque la gente respondió con mucho interés y compromiso, especialmente los agricultores. En ese sentido, las personas son cada vez más conscientes de la necesidad de la modernización de la agricultura y de lo que las nuevas tecnologías pueden ayudar en el control de las plagas y el uso sostenible y responsable de pesticidas.
De todos modos, el proyecto no solo cuenta con agricultores, sino que se abre también a escuelas y personas de otros sectores a quien les interesa la sostenibilidad, el medioambiente y la salud.
En los próximos meses, CERBERUS llevará a cabo pruebas pilotos en España, Italia y Chipre, centradas en cultivos clave como el olivo, los viñedos y los cítricos.
Iczia: el proyecto que busca democratizar el acceso de los agricultores a soluciones tecnológicas
La iniciativa busca promover soluciones innovadoras que utilicen la visión artificial y nuevos métodos para mejorar el proceso de inspección, selección y empaquetado de frutos esféricos, con el objetivo de democratizar la agricultura y que todos tengan acceso a una maquinaria que les puede ayudar diariamente.
El proyecto surgió en 2020, en plena pandemia y desde un primer momento se centraron en el desarrollo y protección intelectual de las ideas. Si bien técnicamente eran viables, representaban un desafío financiero en los múltiples perfiles que componen la agricultura moderna, por lo que llevaron a cabo una prospección de mercado y se concentraron en maquinaria útil para la clasificación de frutos de tamaño pequeño, como por ejemplo, en el café, pero también en otros como los cítricos, aceitunas o almendras.
Existen en el mercado soluciones al respecto, pero la diferencia de Iczia está el hecho de abordar maquinaria de pequeño formato, lo que también abarata los costos y con ello tienen acceso pequeños agricultores también. Esta maquinaria permite a estos pequeños agricultores mejorar sus ingresos, al mejorar la calidad de sus frutos, logrando también disminuir los desperdicios al centrar desde un primer momento el mercado al que se destina cada uno de ellos.
Además, estas máquinas no usan agua, solo para lavarlas, lo que las hace más atractivas al momento de pensar en sostenibilidad. Las máquinas reciben los frutos y los va separando según su estado. De este modo, el agricultor sabe a qué mercado y a qué precio puede venderlos.
Estos proyectos dan cuenta de cómo la tecnología puede transformar los procesos productivos y lograr resultados menos costosos y más sustentables.
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