
A través de fertilizantes ecológicos, Agro Sustentable demuestra que una producción puede ser rentable y, al mismo tiempo, cuidadosa con el medio ambiente. Así sucedió en experimentos realizados sobre cultivos de pepino.
Como si fueran tocados por una varita mágica, los productos de Agro Sustentable son una herramienta muy valiosa para generar cultivos sanos y fuertes. De esta forma, también se generan mecanismos más sólidos que pueden afrontar cualquier condición extrema o fenómeno severo.
La agricultura, está creada en base a determinados principios y acciones que resultan tradicionales. Pero hay nuevas experiencias y productos que demostraron que hay otro camino posible. Quizás no es el más rápido ni el más beneficioso en ganancias, pero el productor gana por otro lado, obtiene productos de calidad y al mismo tiempo, protege los espacios naturales.
En este camino, Agro Sustentable cuenta con dos productos que pueden mejorar el cultivo de pepino. Por un lado, el fertilizante natural BIOFERT GTG que le brinda a la planta todos aquellos nutrientes que le faltan o que necesita para poder seguir creciendo. Por otro, BIOINSECT, un insecticida ecológico que permite controlar aquellas plagas y/o enfermedades que atacan y pueden dañar al cultivo.
Ambos, son bio, son naturales, es decir no contienen sustancias químicas no tóxicas. Esto es beneficioso para el cultivo, pero también para la salud de la persona o en este caso, del aplicador.
¿Qué es lo que recomienda la empresa? Que estos productos sean aplicados mediante el uso de drones. De nada sirve gastar en insumos si después se falla en la llegada hacia las plantas y el suelo. Es de este modo que el dron permite llegar a todas las zonas por igual, incluso a aquellas que resultan más complicadas.
La producción agrícola en Argentina
Poniendo el foco en la producción nacional y en las acciones de los agricultores, se puede observar una mayor inclinación hacia prácticas más cuidadosas con el medio ambiente dentro del campo. Esto no es general ni pasa en todos los productores, pero hay una mayor tendencia.
Teniendo en cuenta el peso que tiene la producción agrícola y la riqueza de los suelos argentinos, cambiar la mentalidad y las acciones de los agricultores es un gran paso. El cambio no es fácil, hay productores que se vuelcan a lo conocido y no se permiten salir de su zona de bienestar y comodidad.
Muchos de ellos piensan que así obtienen buenos rendimientos y buenas ganancias ¿Para qué más?. Sí, hay más, mucho más y ahí están aquellos agricultores que ponen el cuidado ambiental por encima de los rendimientos económicos. Estos últimos, se vuelcan por mecanismos que permitan cuidar los recursos naturales y obtener cultivos de calidad.
Para llevar adelante esta transformación, hay prácticas agrícolas o la integración de nuevas herramientas, como las tecnológicas, que hacen que el camino no sea tan pesado y en el punto de llegada, haya buenos resultados.
Con la tecnología el productor está conectado con su campo, sabe lo que hace y lo que no, conoce el estado de sus cultivos y de los suelos y a partir de ahí, puede tomar sus decisiones.
Para llevar a la realidad todos estos cambios e incorporaciones es necesario contar con las investigaciones y pruebas previas, que le aseguran al productor que va por el camino correcto. Luego será cuestión de probar en su propio campo y sobre sus propias plantas, pero tener antecedentes formativos es importante.
Las proyecciones del campo deben estar centradas en brindar productos de calidad y que sean seguros para la salud y la nutrición de las personas. Cuán importante es partir de la base, del cuidado de la naturaleza, que luego se convertirá en la fuente principal de la elaboración de los alimentos que alimentan al mundo.
Si uno lo piensa así y lo pone en palabras, es fuerte y resuena. De la misma manera, tiene que resonar en todos los actores involucrados para que se tome una conciencia verdadera y comprometida con el cuidado y la conservación de lo natural en todas las fases productivas.
La agricultura argentina produce alimentos de calidad, sí, pero puede seguir mejorando. La inserción de jóvenes al mundo rural vino a renovar el aire y optar por decisiones más nuevas que resultan efectivas. En este sector, al igual que en muchos otros, no hay una verdad absoluta, es prueba y error. De esto se trata, de aprender de los errores y de valorar y potenciar los buenos logros alcanzados.
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