Dar paso a un nuevo modelo en la agricultura es una necesidad para responder a las necesidades de un nuevo escenario atravesado por diversos contextos. Un punteo sobre la transformación en curso.

El agotamiento de recursos naturales, el cambio climático y la creciente demanda de alimentos dan paso a una transformación del modelo agrícola tradicional para dar respuestas a las nuevas necesidades. La agrotecnología circular se posiciona como de las herramientas más prometedoras para lograr una industria más resiliente, eficiente y, sobre todo, sin residuos.
Este novedoso enfoque combina los principios de la economía circular con las herramientas más avanzadas de la agrotecnología, para rediseñar el sistema agroalimentario desde la raíz teniendo en cuenta desde cómo se producen los insumos hasta cómo se reutilizan los desechos del área.
Una nueva agricultura, la respuesta a un nuevo paradigma
Durante décadas, el sistema agroindustrial mundial funcionó de una forma lineal que implica extraer, producir, consumir y desechar. Este modelo muy efectivo en cuestión de productividad a corto plazo dejó consecuencias ecológicas con suelos degradados, emisiones descontroladas de gases de efecto invernadero, desperdicio de alimentos y contaminación por residuos plásticos y químicos.
Pero un nuevo modelo comienza a tomar terreno. Se trata de la agricultura circular que propone cerrar los ciclos de producción mediante el uso eficiente de los recursos, el reciclaje de residuos y la regeneración de ecosistemas.
Además, este nuevo paradigma, la tecnología cumple un rol clave como facilitadora de soluciones escalables, precisas y sostenibles, un nuevo escenario que es de gran necesidad para tener rápidas respuestas y anticiparse a graves problemas.
La innovación tecnológica aceleró la transición hacia un agro más circular, gracias a un gran número de soluciones diseñadas para optimizar procesos, reducir desperdicios y valorizar residuos agrícolas.
El uso de sensores IoT, imágenes satelitales y plataformas de big data permite una gestión milimétrica es uno de los recursos. A través de ellos se pueden aplicar agua, fertilizantes o fitosanitarios solo en las zonas que realmente lo necesitan, reduciendo el consumo y evitando la contaminación por exceso de insumos, logrando mejorar la eficiencia, disminuir el volumen de residuos y emisiones generadas.
Además, la inteligencia artificial y el blockchain están siendo integradas en los sistemas de gestión agrícola circular, ya que la IA permite predecir rendimientos, identificar enfermedades y tomar decisiones en tiempo real para minimizar pérdidas y desperdicios.
Por su parte, el blockchain ofrece trazabilidad de los productos y residuos, asegurando transparencia en toda la cadena de valor. Cabe destacar que estas tecnologías no solo optimizan la producción, sino que también fortalecen la confianza de los consumidores, cada vez más exigentes en términos de sostenibilidad y responsabilidad ambiental.
También la biotecnología para el reciclaje de residuos orgánicos se posiciona una novedosa herramienta en la industria con una transformación de residuos agrícolas en bioinsumos, como biocombustibles, biopesticidas o biofertilizantes, siendo uno de los pilares de la agrotecnología circular.
Empresas especializadas en biotecnología están desarrollando cepas microbianas que aceleran la descomposición de residuos vegetales y estiércol, convirtiéndolos en productos valiosos para el mismo sistema productivo.
Respecto al proceso de contención, el plástico es un gran problema en la agricultura, siendo uno de los principales residuos que genera. Como respuestas, diversas startups están desarrollando envases biodegradables, reutilizables o recargables, reduciendo drásticamente la generación de plásticos de un solo uso.
Al mismo tiempo, la digitalización permite rastrear el ciclo de vida de estos insumos y asegurar su correcta disposición final, contando con precesión y rápido accionar ante las necesidades.
A esto se le suman los sistemas de digestión anaeróbica para producir biogás a partir de residuos ganaderos y agrícolas están ganando terreno. Esta tecnología permite tener energía limpia y aprovecharlo como fertilizante orgánico. De esta forma, se evita la contaminación por residuos orgánicos y se cierra el ciclo de nutrientes dándole un nuevo uso.
Lo cierto es que las diversas nuevas herramientas dan paso a una transición hacia un modelo de agrotecnología circular. Frente a un escenario de crisis climática, escasez hídrica y pérdida de biodiversidad, pensar el agro como un sistema cerrado, regenerativo y apoyado en la innovación tecnológica es una de las mejores inversiones para el futuro.
Pero para esto, es de gran importancia fomentar políticas públicas que impulsen la investigación, el financiamiento verde y la capacitación de productores. También es clave fortalecer los vínculos entre el sector tecnológico, las comunidades rurales y el mundo académico, generando soluciones co-creadas y adaptadas a los territorios.
La agrotecnología circular presenta una nueva forma de producir, sino una nueva forma de pensar la relación entre el ser humano, la tecnología y la naturaleza. Un modelo donde el residuo se transforma en recurso, y donde la inteligencia está al servicio de la vida.
