Nuevas herramientas tecnológicas para el monitoreo agrícola

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Las innovaciones tecnológicas dan paso a una nueva industria para responder a las necesidades de la actualidad. 

El cambio climático, la degradación de suelos y la necesidad  de garantizar la seguridad alimentaria para una población creciente cambió el escenario mundial, poniendo en eje principal a la agricultura en relación con un debate sobre sostenibilidad y desarrollo tecnológico. 

Frente a este nuevo panorama, el monitoreo agrícola se adoptó rápidamente gracias a nuevas  innovaciones tecnológicas, que permiten a productores y técnicos tomar decisiones más inteligentes, tener precisión, reducir impactos ambientales y optimizar recursos.

Desde imágenes satelitales de alta resolución hasta sensores de humedad en tiempo real, el uso de drones, inteligencia artificial (IA) y plataformas de gestión agrícola basadas en la nube, el sector agrotecnológico está redefiniendo la forma en que se practica la agricultura. 

Estas herramientas no solo permiten vigilar cultivos con una precisión, sino que también se puede anticipar a problemas antes de que ocurran, minimizando su impacto e integrando ciencia de datos con saberes agronómicos.

La agricultura de precisión dejó de ser una promesa para convertirse en una realidad en muchos campos del mundo. Siendo que este enfoque se basa en recopilar y analizar datos específicos sobre cada parcela solo donde y cuando sean necesarios, lo que impacta en el trabajo humano también. 

Herramientas como los sistemas de información geográfica (SIG), junto con sensores IoT (Internet de las Cosas) colocados en el campo son otras de las incorporaciones ya que  permiten crear mapas detallados de variables como humedad del suelo, temperatura, niveles de nutrientes y crecimiento de los cultivos. 

Estos datos, procesados por algoritmos, ofrecen recomendaciones precisas para mejorar el rendimiento y reducir desperdicios. Diversas empresas usan inteligencia artificial y análisis de imágenes para detectar plagas, enfermedades y deficiencias nutricionales en etapas tempranas. Así, los productores pueden intervenir de forma puntal, minimizando el uso de agroquímicos y favoreciendo prácticas más sostenibles.

En la misma línea, el uso de sensores distribuidos en campo es  una de las estrategias más efectivas para monitorear variables clave del suelo y el ambiente.  Con estos dispositivos se pueden recolectar datos en tiempo real sobre humedad, pH, salinidad, temperatura y más, llevando esta información a plataformas que generan alertas. 

Las estaciones meteorológicas inteligentes, como las ofrecidas por Davis Instruments, Pessl Instruments o startups como Arable, van más allá del pronóstico tradicional y brindan datos hiperlocales que dan paso a modelar riesgos de heladas, estrés hídrico o presencia de hongos, ayudando a planificar siembras y cosechas con mayor eficiencia.

Esta tecnología es  de gran importancia en regiones afectadas por fenómenos climáticos extremos, como son las sequías prolongadas o lluvias torrenciales, donde la capacidad de adaptación y respuesta rápida puede significar la diferencia entre una cosecha exitosa y una pérdida total.

También se destaca el uso de drones en agricultura, que se multiplicó en la última década, convirtiéndose en  una herramienta clave para el monitoreo aéreo de cultivos, ya que cuenta con cámaras multiespectrales y térmicas lo que  permite monitorear grandes extensiones de terreno en poco tiempo, obteniendo información que el ojo humano no puede detectar.

Desde la identificación de zonas con problemas hídricos hasta la detección de malezas o daños por fauna, los drones brindan una perspectiva completa y dinámica del campo. Además, con el software de análisis facilita la creación de mapas de cultivos vegetales  y modelos 3D del terreno.

Otro avance fundamental en el monitoreo agrícola es el desarrollo de plataformas digitales que contienen y centralizan toda la información del campo en una sola interfaz. Climate FieldView, AgriTask, FarmLogs o Auravant, son las más utilizadas y  permiten al productor tener en tiempo real el estado de sus lotes, programar labores, estimar rendimientos y realizar un análisis de sus operaciones. 

Gracias a la conexión móvil y la nube, estas plataformas pueden ser usadas desde cualquier dispositivo, facilitando la toma de decisiones incluso en zonas rurales alejadas. Además, muchas de ellas incorporan módulos de sostenibilidad que permiten medir indicadores ambientales, huella hídrica y eficiencia en el uso de insumos.

Estas soluciones de gran importante para poder conseguir contar con una agricultura más transparente y alineada con las exigencias de los mercados internacionales, que cada vez valoran más los productos con certificaciones ambientales y sociales.

Por supuesto que la  incorporación de inteligencia artificial al monitoreo agrícola es otro de los grandes avances ya que permite anticiparse a problemas antes que ocurren. Algoritmos entrenados con grandes volúmenes de datos climáticos, históricos y de campo pueden predecir brotes de enfermedades, plagas o caídas en el rendimiento, permitiendo intervenciones preventivas y más económicas.

El monitoreo agrícola en la actualidad está  atravesado por la conectividad, la automatización y la inteligencia de datos. Estas herramientas no solo mejoran la productividad, sino que permiten reducir el impacto ambiental de la actividad agrícola y aumentar su capacidad de adaptación frente al cambio climático.

La combinación entre tecnología e innovación agroambiental está habiendo camino a una nueva revolución verde, en la que el conocimiento digital y el cuidado del ambiente van de la mano para un presente y futuro sostenible. 

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