Joaquín Basanta preside la empresa Agro Sustentable en Argentina. El empresario sostuvo que el desarrollo de la economía del conocimiento puede colaborar con las tareas agrícolas.
Basanta, dio su perspectiva sobre la denominada Economía del Conocimiento y destacó que la formación en los diferentes sectores pueden contribuir al desarrollo sostenible en el país.
Basanta, reconoció que los avances tecnológicos y las instancias formativas, son elementos que colaboran para que se concreten avances dentro de la producción rural en las distintas regiones.
Así como también, subrayó que los retos que enfrenta el sector están relacionados a la formación de las generaciones más jóvenes, la inversión en infraestructura digital y el acompañamiento económico para que puedan surgir nuevos emprendimientos.
La integración de la educación y la tecnología se transforma en una puerta de acceso para diversas industrias y no solo la agrícola. Argentina se destaca por su posicionamiento a nivel mundial para aprovechar las ofertas educativas y volcarlas en acciones que sirvan para fortalecer el sector, dijo Basanta.
El presidente de Agro Sustentable señaló que áreas como la agricultura, la energía o la medicina pueden potenciarse mediante la Economía del Conocimiento. En el caso puntual de la producción rural, la adopción de nuevas tecnologías, como el uso de drones, genera mejoras en los rendimientos y la calidad de los cultivos, al mismo tiempo que, colabora con su sustentabilidad.
La Economía del Conocimiento en Argentina
Basanta habló del desarrollo de la Economía del Conocimiento en Argentina y describió que para la agricultura del país representa un potencial importante, ya que el uso de tecnologías en el campo está logrando buenos resultados en las producciones y que el agricultor esté conectando y conozca lo que está pasando en su establecimiento.
Con la inserción de herramientas digitales, el enfoque está puesto en la formación y capacitación para que estos equipos puedan ser bien usados y su potencial se vea reflejado en los cultivos cosechados.
La formación de los jóvenes para desarrollarse en el sector y la inversión económica, son elementos que pueden colaborar con el surgimiento de nuevos proyectos, alentando a que las personas se queden en el campo y no emigren.
Basanta sostuvo que la cuestión no pasa solo por estudiar informática, sino por una capacitación que esté dirigida a las nuevas tecnologías que van surgiendo y que facilitan las tareas agrícolas.
Argentina corre con algunas ventajas en algunos aspectos, el buen manejo del inglés ubica al país como uno de los primeros puestos a nivel latinoaméricano. Basanta, expresó que cuantos más talentos se pueda sembrar en el país a través de la educación, más potencial habrá en el sector.
La producción sostenible en el cultivo de pepino en Argentina
La tecnología contribuye a tener un mejor manejo de los recursos naturales y contribuye a tener una producción sustentable del pepino en Argentina. El cultivo del pepino se suele desarrollar en primavera y también hacia finales del verano.
Los métodos tradicionales incluyen la preparación del terreno, la siembra directa y el manejo de plagas y enfermedades frecuentes como oidio, mildiu y virus del mosaico. Estas prácticas se presentan como desafíos ambientales y económicos, debido a que generan el uso intensivo del agua, la degradación de los suelos y la dependencia de productos contaminantes.
Como alternativa, en Argentina se están empezando a desarrollar prácticas más amigables con el medio ambiente que signifiquen un uso más razonable y cuidado de los recursos. En el cultivo de pepino, por ejemplo, se emplean mecanismos que permiten un mejor control de las pestes que pueden afectar a las plantas.
Contar con un riego eficiente, colabora para que las plantas cuenten con la cantidad suficiente de agua y de humedad, teniendo en cuenta que el pepino es un cultivo que no se desarrolla en terrenos encharcados.
Investigaciones sobre el cultivo de pepino en otras regiones como por ejemplo, en Panamá , refleja la aplicación y los beneficios que tiene el riego por goteo para optimizar el uso del agua y no derrochar, sobre todo en aquellas zonas que tienen severos inconvenientes con el suministro.
Cuidar los suelos contribuye a que las superficies tengan los nutrientes que las plantas necesitan para crecer y desarrollarse. Así como también, los suelos mejorados pueden retener fácilmente el agua y la humedad que requieren los cultivos de pepino.
Para cuidar los terrenos, la rotación de los cultivos sembrados puede ser una de las técnicas que colaboran a conservar las buenas condiciones de los campos. La adopción de estrategias para controlar las plagas, combinan diferentes controles que no tienen un impacto ambiental negativo y permiten tener un manejo o control de las plagas y enfermedades que pueden afectar al cultivo de pepino.
Apuntar a acciones saludables con el medio ambiente, los recursos y las personas que rodean a una producción agrícola, son los pilares que movilizan a los proyectos productivos sostenibles.