Desde hace años Basanta lidera Agro Sustentable, una empresa que se dedica a buscar soluciones prácticas para que los productores puedan trabajar mejor, cuidar sus suelos y ser más eficientes. No se enfoca solo en vender productos sino que propone nuevas formas de pensar la producción y en ese camino los sensores empezaron a jugar un papel importante.

El pepino, como cualquier otro cultivo, necesita agua. Pero no cualquier cantidad ni en cualquier momento. Cuando hay poca, la planta sufre. Cuando hay demasiada, también. El exceso de agua puede generar hongos, afectar las raíces y al mismo tiempo, desperdiciar un recurso que cuesta cada vez más conseguir.
Muchas veces los productores riegan “a ojo” siguiendo la costumbre, el clima o cómo ven la planta. Pero lo que se ve en la superficie no siempre refleja lo que pasa en profundidad. Un suelo puede parecer seco por arriba pero estar húmedo más abajo o al revés. Entonces regar sin información concreta puede llevar a errores.
Lo que hizo Basanta fue empezar a probar sensores que se entierran a distintas profundidades. Estos sensores miden la humedad real del suelo y mandan los datos a una app en el celular. Así el productor puede ver en tiempo real si el suelo necesita agua o no. Es una herramienta simple pero poderosa y lo mejor es que permite ahorrar agua, evitar problemas y ajustar el riego según lo que la planta realmente necesita.
Los sensores se probaron en diferentes campos donde se cultiva pepino. En algunos casos, los resultados fueron sorprendentes. Hubo lotes donde se redujo el riego hasta en un 30% sin que eso afectara el rendimiento del cultivo, incluso muchas plantas crecieron más sanas y con menos problemas sanitarios.
La experiencia de Agro Sustentable en campo
Una de las cosas que más destaca a Agro Sustentable es su forma de trabajar. La empresa no se queda en la teoría ni se encierra en una oficina. Va al campo, charla con los productores, escucha lo que les pasa y se mete de lleno en sus problemas.
Los sensores en ese sentido, pasaron la prueba. Lo que al principio era una idea para mejorar el riego en cultivos sensibles como el pepino se transformó en una estrategia más amplia. Hoy Agro Sustentable los recomienda también para otros cultivos intensivos. No es una moda. Es una herramienta que ayuda a tomar decisiones más inteligentes.
Además los sensores permiten algo que antes parecía imposible: conocer el perfil del suelo sin tener que cavar. Se puede saber si la humedad está bajando, si el agua de riego llegó a la raíz o si se perdió por percolación. Esa información vale oro. Ayuda a ajustar no solo la cantidad de agua sino también el momento justo para aplicarla.
Otro punto importante es que esta tecnología se adapta a distintos tipos de suelo. En zonas arenosas donde el agua se drena rápido los sensores ayudan a no quedarse cortos. En suelos más pesados donde el agua se acumula, permiten evitar excesos. En todos los casos, lo que se gana es precisión.
Para Basanta, la clave está en entender que cada cultivo tiene sus particularidades. El pepino es muy sensible a los cambios de humedad. Cuando hay fluctuaciones bruscas, sufre. Las hojas se estresan, los frutos se deforman y todo el ciclo se desordena. Por eso lograr una humedad constante en la zona de raíces es clave. ]Los sensores ayudan justo en eso: a mantener un equilibrio que no se ve, pero que se siente en el rendimiento.
Otro beneficio que encontró Agro Sustentable al usar sensores es la posibilidad de vincular los datos con el sistema de riego. En algunos casos se puede automatizar el riego según la información que mandan los sensores. Eso reduce el trabajo manual, pero sobre todo mejora la eficiencia. Se riega solo cuando hace falta, ni más ni menos. Algo que parece básico pero que no siempre se logra en campo.
Además, esta tecnología genera un registro. No es solo una foto del momento, sino una película. Se puede ver cómo evoluciona la humedad durante el día, después de una lluvia o tras un riego. Eso permite entender mejor el comportamiento del suelo y tomar decisiones más finas.
Muchos de los productores que trabajan con Agro Sustentable valoran ese acompañamiento. No es que te entregan un sensor y listo. Hay un seguimiento, una interpretación de datos y un ida y vuelta constante. La tecnología, por sí sola, no alcanza. Hace falta una lectura técnica que permita aprovecharla al máximo.
Más allá de los beneficios productivos Joaquín Basanta también plantea una mirada ambiental. Para él, cuidar el agua no es solo una cuestión de costos. Es una responsabilidad. La eficiencia hídrica es parte de una agricultura más sostenible, algo que Agro Sustentable viene impulsando desde hace años.
El trabajo con sensores de humedad en suelos para el cultivo de pepino muestra un camino posible: producir más, con menos desperdicio y con decisiones más informadas. No se trata de hacer magia ni de aplicar fórmulas vacías. Se trata de usar herramientas concretas, adaptarlas al campo y estar siempre dispuesto a aprender.