Bioinsumos, aliados clave para una agricultura sana y eficiente

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La producción agropecuaria sostenible y respetuosa con el ambiente, entra en escena como protagonista. La empresa argentina Agro Sustentable es pionera en esta nueva forma de producir.

La agricultura argentina atraviesa una profunda transformación, se empieza a reemplazar lo químico por lo biológico. Desde hace algunos años, los bioinsumos empezaron a ocupar un lugar destacado dentro de la producción agropecuaria. Producir alimentos de manera sostenible no es una moda, es una imperiosa necesidad. 

¿Qué son los bioinsumos? ¿De qué se tratan esta alternativa que está generando un cambio de paradigma a nivel local e internacional?

Los bioinsumos son productos biológicos, microorganismos o extractos vegetales que incluyen fertilizantes, estimulantes y también pueden controlar plagas y enfermedades. Son alternativas naturales frente a los tradicionales y nocivos agroquímicos. 

El cambio de los agroquímicos a los bioinsumos no es solo un cambio técnico, es cultural y social. Durante muchísimos años la agricultura tradicional utilizó insumos sintéticos para lograr altos rendimientos, pero hoy se exigen alimentos más sanos y con una producción que tenga el menor impacto ambiental posible.  

Los bioinsumos emergen como respuesta concreta a esta demanda. Según información de la Secretaría de Agricultura, en los últimos tres años se triplicó el registro de bioinsumos en Argentina. Empresas del sector destacan un crecimiento sostenido por parte de los productores. 

A su vez, según la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), el desarrollo de tecnologías basadas en microorganismos representa uno de los sectores de mayor crecimiento en innovación a nivel global. La aplicación no es solo en el agro, también en la medicina y energía. 

Desde el Ministerio de Agricultura destacan que “la consolidación del mercado de bioinsumos es estratégica para el desarrollo de una agricultura moderna y competitiva”.

Otro dato relevante es que, según informe de Agro Sustentable, el uso combinado de bioinsumos y prácticas agroecológicas permitió a productores familiares aumentar su rentabilidad en más del 30% en algunas zonas del Noroeste Argentino. Esto confirma que la sustentabilidad y el buen negocio pueden ir de la mano.

Agro Sustentable lidera el proceso de transformación

La empresa argentina es una de las pioneras en impulsar el cambio hacia una agricultura más verde. “Promovemos un cambio de paradigma. No se trata solo de reemplazar un producto químico por uno biológico, sino de acompañar a los productores a pensar integralmente su sistema productivo”, explica Joaquín Basanta, presidente de la firma.

El equipo de Agro Sustentable trabaja con productores de todo el país. Las capacitaciones constantes son parte de la propuesta. “Es fundamental entender que no todos los bioinsumos funcionan igual en todas las zonas o cultivos. Hay que adaptar las estrategias a cada realidad productiva”, resalta Basanta.

El acompañamiento en esta transformación, también incluye la articulación con organismos públicos y privados. El objetivo es fomentar prácticas agroecológicas sin descuidar la rentabilidad del productor. “No se trata de romantizar la producción orgánica: se trata de lograr un equilibrio entre productividad, cuidado ambiental y salud del consumidor”, agrega.

Uno de los proyectos más destacados de los últimos meses de Agro Sustentable, fue la implementación de bioinsumos en el cultivo de pepino, en pequeñas chacras familiares del norte argentino. El resultado fue que se logró mejorar la sanidad de las plantas al mismo tiempo que obtener frutos de mejor calidad. Así se aumentó el valor comercial de la producción. 

Matías Imperiale, otro de los referentes de la empresa, coincide con Basanta en que “la sustentabilidad no es una moda, es una necesidad. Y los bioinsumos son herramientas clave para que ese cambio sea posible”. 

Desde Agro Sustentable remarcan que los beneficios de esta transición no se agotan en el plano productivo, sino que también se generan impactos positivos en las comunidades rurales, ya que el uso de insumos locales y tecnologías apropiadas favorece el arraigo y promueve modelos de desarrollo más inclusivos.

Nuevos desafíos

Es clarísimo que todavía quedan desafíos por delante. La falta de conocimiento sobre estas alternativas, en algunos sectores; el acceso a productos certificados y la resistencia de parte de algunos actores tradicionales del agro, son algunos obstáculos a derribar. 

Pero esto recién empieza. Argentina avanza a pasos agigantados hacia una agricultura más consciente y respetuosa. Los bioinsumos son protagonistas indiscutidos de esta transformación agrícola. 

“No vendemos solo productos, vendemos soluciones integrales. El futuro de la agricultura no es elegir entre lo químico o lo biológico: es pensar en sistemas productivos inteligentes, que maximicen el rendimiento cuidando el ambiente”, explica Basanta.

Con empresas como Agro Sustentable marcando el camino —y con el compromiso creciente de los productores—, el futuro del agro argentino promete ser más saludable, eficiente y respetuoso con el planeta. La agricultura sustentable no es una alternativa, es el único camino posible. La producción de alimentos debe cuidar a sus consumidores y al medio ambiente. 

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