El biofiltro que mejora la sustentabilidad en aplicaciones de fitosanitarios

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Siempre después de realizar aplicaciones de fitosanitarios, hay que lavar el equipamiento usado. El agua de limpieza contiene restos que pueden degradar el ambiente si no se tratan. Para abordar este problema, dos entidades crearon un sistema basado en biotecnología.

La agricultura, por lo general, emplea diversos fitosanitarios para controlar plagas, malezas y enfermedades que perjudican a las plantas y el equipo que se usa para aplicarlos se debe limpiar. El agua usada en la limpieza contiene restos de estos agroquímicos que pueden impactar en el ambiente si no se la gestiona de forma correcta. 

Por eso, la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) y la Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos (CIAFA) desarrollaron un biofiltro que brinda una solución posible a esta problemática. Con dicha propuesta, los expertos buscan que esta innovación biotecnológica mejore la sustentabilidad del agro y se expanda hacia otros sectores.

¿En qué consiste el biofiltro?

Según los referentes del proyecto, se diseñó un sistema que colecta el agua de lavado y la transporta al biofiltro donde se degradan los restos de fitosanitarios. De esta manera, se están logrando resultados muy alentadores y se estima que dicha innovación implica un salto de calidad en las buenas prácticas agrícolas. 

El foco central del sistema consiste en una cama biológica compuesta por material vegetal, como restos de poda o de maíz, donde se desarrollan los microorganismos capaces de degradar a los fitosanitarios.

Asimismo, los especialistas están evaluando cómo diferentes camas degradan el glifosato, uno de los productos más utilizados. Por el momento, los mejores resultados se han obtenido con el chipeado de maíz.

Por su parte, Nicolás Borrelli, docente de la cátedra de Protección Vegetal de la FAUBA, detalló que el prototipo puede tratar 1.000 litros de agua por año y que es posible expandir su escala.

De ese modo, lo podría usar desde un pequeño horticultor o agricultor hasta un gran productor. Se pueden extender los espacios de lavado y acoplar hasta 10 biofiltros en serie. 

Además, el profesional remarcó que un punto esencial es la funcionalidad que presenta el equipo. De esta forma, buscaron que sea un producto práctico y fácil de usar para los aplicadores, que no sea una complejidad extra. Otro de los beneficios de este sistema es que se puede trasladar, ya que es posible desarmarlo y volverlo a montar en otro espacio. 

Las buenas prácticas en la aplicación de fitosanitarios

Armando Allinghi, Director Ejecutivo de CIAFA, destacó que desde la Cámara apoyan el proyecto, debido a que genera información y tecnología esencial que se puede transferir a explotaciones agropecuarias de distintas dimensiones. 

En ese sentido, están convencidos de que era algo que faltaba, ya que existen en el país buenas prácticas de aplicación, de gestión de envases, pero estaba faltando la parte de investigación en relación al tratamiento de aguas residuales. Es por eso que se considera que este biofiltro viene a cerrar  el ciclo, aumentando la sustentabilidad del sector. 

Asimismo, se señaló que el alcance de esta herramienta puede ir más allá del agro y que es posible extrapolarla al sector industrial. En esa línea, es cuestión de hallar la mezcla de material biológico y de microorganismos adecuados para tratar las distintas aguas residuales. 

Este prototipo también puede servir para mejorar el manejo de fitosanitarios de la Facultad, para dar clases e investigar. En esa línea, en los campos experimentales de la provincia de Buenos Aires que usa la FAUBA se realizan aplicaciones y el objetivo es que el prototipo se internalice y se use. Hay una cuota importante de docencia. 

Para esto, se está trabajando sobre los protocolos de limpieza y capacitando al personal de la FAUBA. Además, con estos avances se abre la posibilidad para que los estudiantes puedan conocer más sobre el tema y puedan llevar a cabo hasta sus tesis de grado. 

De todos modos y en resumen, si bien se pueden observar las diferentes bondades que surgen del biofiltro, los docentes de la FAUBA coinciden en que hay mucho para investigar en cuanto a mezclas de material biológico, en agregados de microorganismos y en cómo funcionan con otros fitosanitarios y mezclas de productos. Esto será materia pendiente para estos próximos meses o años. 

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